De manera repentina y sin razón que avale tales medidas, han cerrado sorpresivamente trescientas veinte gasolineras a lo largo y ancho del país, desde que comenzó el operativo contra el huachicoleo y e robo de combustible, según datos de Profeco.
Además la Profeco ha inmovilizado una cantidad importante de bombas despachadoras de gasolina por tener irregularidades en la cantidad de combustible que venden y que entregan. Por si fuera poco, el algunos casos, las estaciones de servicio se han negado a ser revisadas por personal de gobierno.
De acuerdo a Ricardo Sheffield Padilla, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), estos eventos se comenzaron a presentar desde el pasado mes de febrero, cuando dio inicio la lucha contra el huachicoleo, que puso en jaque la distribución y el abastecimiento de gasolina en varios estados del país, incluida la Ciudad de México.
De acuerdo a la hipótesis del titular de la Profeco, las gasolineras se abastecían con combustible robado y era el que ilegalmente vendían a la población, además con ayuda del software de rastrillo o también conocido como el chango, alteraban los registros y reportes de compra, venta y existencias en cada estación de servicio.
De acuerdo a la Profeco, la mayoría de los casos de cierres de gasolineras, se han presentado en Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Michoacán, Jalisco, Querétaro y Guanajuato.
Sin suda, las medidas para hacer el combate al robo de combustible ha funcionado y sigue dando noticias positivas.