Un total de 9 gasolineras, fueron clausuradas en Nuevo Laredo Tamaulipas, derivado de las notificaciones que miembros de las fuerzas armadas de México, dieron parte a la Profeco debido a que las estaciones de servicio les habían negado la venta de combustible por estar amenazadas por grupos de la delincuencia organizada.
El objetivo de las amenazas del narco a los empresarios gasolineros, era evitar que los militares y policías obtuvieran el combustible necesario para realizar sus patrullajes.
La delincuencia organizada había amenazado con quemar y asesinar a los dueños y empleados de las estaciones de servicio, si vendían combustible las fuerzas del orden gubernamental.
Ante las medidas adoptadas por las gasolineras, la Profeco procedió a clausurar dichos negocios, pese al yugo y temor con el cual las gasolineras ofrecían sus servicios.
Se tiene conocimiento que fue el Cártel del Noreste, quién realizó las amenazas a los negocios de combustible, extendiendo además sus amagos a otros negocios, como los que venden comida, para evitar que les presten servicios a los miembros de seguridad del gobierno estatal y federal.
El gobierno federal solo hizo el llamado a que los miembros de la delincuencia hicieran consciencia para que dejen sus actividades delictivas.